domingo, 24 de noviembre de 2013

La cierva y la viña. Fábula de Esopo.

   En primer lugar, Esopo fue un famoso escritor griego, nació en Amorium un pueblecito de Frigia y fue esclavo de dos filósofos, Janto e Idmo. Su obra por excelencia son las fábulas, estas son pequeñas historias representadas por animales u objetos que siempre terminan con una moraleja o enseñanza. 

   Sus fábulas pertenecen a lo que se denominó la época arcaica y han traspasado la frontera del tiempo, por ejemplo ¿Quién no conoce la fábula de la cigarra y la hormiga?. No obstante, no os voy a contar esa fábula pues ya es suficientemente famosa, por ello os voy a dejar otra diferente...






La cierva y la viña 

  Una cierva era perseguida por unos cazadores y se refugio bajo una viña. Pasaron cerca los cazadores, y la cierva, creyéndose muy bien escondida, empezó a saborear las 
hojas de la viña que la cubría. 

  Viendo los cazadores que las hojas se movían, pensaron muy acertadamente, que allí adentro había un animal oculto, y disparando sus flechas hirieron mortalmente a la 
cierva. Ésta, viéndose morir, pronunció estas palabras: 
-¡Me lo he merecido, pues no debí haber maltratado a quien me estaba salvando!.

  "Sé siempre agradecido con quien generosamente te da la ayuda para salir adelante." 




  Como podéis observar es una fábula pues está representada por animales y contiene una enseñanza. En este caso, he elegido la fábula de "La cierva y la viña" porque me ha gustado. Es sencilla, corta, simple, pero al mismo tiempo tiene una moraleja que considero importante para la vida, ser agradecido.

  Personalmente, las fábulas yo las relacionaba con las historias que me contaban de pequeña y en esas ocasiones podías entender algunas moralejas, pero otras de ellas simplemente disfrutabas el cuento aunque no supieses muy bien a que se referían. En la actualidad, las fábulas siguen leyéndose, normalmente en el ámbito infantil pues resultan entretenidas. 




   En este caso, la moraleja trata sobre la gratitud hacia las personas que te ayudan a salir adelante. Desde mi punto de vista, es un valor que todas las personas deben tener porque si alguien te ayuda, lo mínimo es ser agradecido ya que si no lo eres quizás no te vuelvan a prestar ayuda. 

domingo, 17 de noviembre de 2013

Jenofonte.

   La Anábasis es un relato del historiador griego Jenofonte (discípulo de Sócrates), que participó como aventurero y posteriormente como comandante de una expedición. En el fragmento del libro IV, Jenofonte habla sobre las libaciones a los dioses para conseguir ayuda en cuestiones militares.

   Antiguamente en Grecia, se hacían libaciones. Las libaciones consisten en derramar un líquido en ofrenda de los dioses para conseguir su apoyo. Normalmente eran de vino sin mezclar, leche, miel, aceite y otros líquidos, incluso agua pura, que se vertían en el suelo. 


   En este caso podemos observar a Jenofonte pidiendo ayuda en el ámbito militar. Sin embargo, eran usuales las libaciones para muchísimos otros temas, según las especialidades de cada Dios.











   Por otro lado, en la actualidad estás libaciones no se hacen si no que tienes que seguir una serie de "normas". Por ejemplo, para ser un buen cristiano debes ir a misa, acudir a las profesiones religiosas como Semana Santa, leer la Biblia, confesarte...etc. Siguiendo con la religión cristiana, en lugar de derramar líquido como se hacía en las libaciones podemos "poner una velita" a una virgen, a Jesús o, a algún apóstol. Eso, se supone que nos dará suerte, o de esta manera, podremos demostrar nuestra fe.  




  En cada religión hay una serie de imposiciones o reglas. Según la mentalidad o personalidad de cada persona pueden seguirlas de manera radical o relativa. También, es importante la educación o la manera en la que está vista la religión por la sociedad de cada lugar. 

   Personalmente, creo que cada uno es libre de elegir si quiere pertenecer a una religión o no, es decir, tus padres y la sociedad deberían darte la elección y no imponerlo. Hay muchos valores buenos que vienen de las religiones pero para tener esos valores no hace falta pertenecer a ninguna religión, con esto me refiero a lo siguiente; Puede que la Biblia me de un ejemplo de bondad pero no me hace falta leerme la Biblia o pertenecer a esa religión si mis padres o la sociedad me han enseñado los distintos valores, como la bondad.

   Finalmente, aquí podéis observar algunos de los tipos de religión que hay: